Nueva Conciencia Para 2012

Edmund burke dijo: “el mal triunfa cuando los hombres buenos no hacen nada”, y yo creo que tenía toda la razón. Si las personas fueran lo primero en nuestra escala de valores acabarían las guerras, las injusticias, el hambre e incluso el cáncer. Las enfermedades son un negocio para la industria farmacéutica, pues las personas con salud no son rentables para ellos, por eso no apoyan alternativas para acabar con muchas enfermedades. El Dr hamer ha sido encarcelado y perseguido por investigar una curación para el cáncer sin quimioterapia o radioterapia. De la misma forma un mundo en paz no es rentable para la industria de las armas, por eso compran con su dinero a políticos que inicien guerras (tenemos el ejemplo de los americanos que quieren atacar Irán con el pretexto de que no creen la bomba nuclear, pero sin embargo fueron ellos los únicos que han usado una bomba atómica contra Japón matando a miles de personas). Si se produce la guerra, Estados Unidos tendrá que comprar nuevas armas al igual que sus aliados occidentales que no dudaran en apoyar a los americanos. También podemos hablar de la VERGÜENZA que significa que miles de seres humanos mueran cada día de hambre y parezca que eso no va con nosotros. Elie Cohen dijo en 2008 que el 95% de las materias primas son transformadas en “productos financieros”. En seis años, del 2003 a mediados del 2008, las cantidades invertidas en la especulación en este campo pasaron de 13 mil millones de dólares a 320 mil millones. El precio del arroz, primer producto alimentario mundial, aumentó el 100 % en 2008. Trigo, café, cacao, nada se escapa a esta espiral que tiene como consecuencia privar de alimentos a pueblos enteros, cuando no son sus tierras las que son simplemente compradas para mayor beneficio de alguna multinacional que invierte en el futuro de sus accionistas.

Todo esto parece obvio pero casi nadie quiere escuchar, ni unirse en contra de estos poderes en la sombra, porque si nos uniésemos toda las personas que queremos un mundo mejor pidiéndole a los políticos que acaben con el negocio de la venta de armas y la especulación financiera, acabaríamos con las guerras, con el paro y con el hambre en el mundo. Soy consciente que esto hoy por hoy es una utopía, pero en 2011 hemos tenido un atisbo de esperanza, ya que miles de personas en todo el mundo hemos salido a la calle para protestar contra el actual sistema. Una sola persona no puede cambiar el mundo, de la misma forma que una gota de agua no se puede convertir en mar. Pero si esa gota se une a otras millones de gotas de agua, se formará un río que al unirse a más gotas por fin formaran un mar. Mi deseo para este año que hoy comienza es que busquemos la verdad allí donde se encuentre y cambiemos cada uno de nosotros, porque sólo si cambiamos las personas de forma particular podrá cambiar el mundo de forma general. Los mayas predijeron hace miles de años que a partir de este año 2012, un ciclo acabaría para la humanidad. Ojalá tengan razón y consigamos romper las cadenas que nos atan al poder económico, pues si nos unimos todas las personas que queremos un mundo más justo y mejor, nacerá una nueva conciencia en la humanidad que hará que creemos entre todos una nueva sociedad donde predomine el ser humano y no el dinero. Se lo debemos a las próximas generaciones: nuestros hijos, sobrinos, sus hijos........